Saltar al contenido

Como usar el termostato en un invernadero

Cuando estamos al cuidado de una gran cantidad plantas y áreas verdes protegidas en un invernadero se hace casi obligatorio el uso de un termostato para controlar la temperatura.

Termostato en un invernadero

«Gran parte de lo que se nos explica o de lo que se tiene conocimiento es que cada planta posee sus propias condiciones climáticas. Algunas se comportan mejor en climas templados, otras requieren de calor y rocío constante. Otras por el contrario tienen que mantenerse en una buena temperatura al llegar el invierno«

Gran parte de lo que se nos explica o de lo que se tiene conocimiento es que cada planta posee sus propias condiciones climáticas. Algunas se comportan mejor en climas templados, otras requieren de calor y rocío constante. Otras por el contrario tienen que mantenerse en una buena temperatura al llegar el invierno.

Los invernaderos funcionan en base a estas condiciones. Una de las particularidades de estos es la importancia de un Termostato para poder tener siempre las temperaturas reguladas.

La importancia de la temperatura en un invernadero (de los 25-35°C)

«En los invernaderos es necesario mantener siempre la temperatura del entorno estable. La cubierta vegetal de los cultivos aun en su etapa más desarrollada puede tomar el 50% de radiación solar gracias a la evapotranspiración. Esto ocasiona una subida de temperatura mayor a los niveles que se desean en un invernadero, por lo que calcular todos estos efectos es una necesidad»

No solo el uso de termostatos ayudara a controlar la temperatura dentro del invernadero. Un agricultor o cuidador requiere de elementos adicionales como las mantas térmicas eléctricas para plantas o mantas térmicas de tela para dar con una buena temperatura residual.

Los 5 factores que influyen en el aumento de temperatura

En un invernadero hay 5 factores que influyen de manera directa con respecto a la temperatura producida por el mismo. Cada uno genera el fenómeno de los 50°C dando como resultado una subida extrema en las temperaturas. Los 5 factores que influyen son:

  • Radiación solar: Es lo primero, la radiación solar que influye en el invernadero ocurre por su efecto de “horno”. Este conserva la temperatura interior recibiendo todos los rayos solares, y generando a su vez un campo calórico en la parte interna.
  • Calor de la cubierta: El calor común generado por un entorno cerrado sin entrada de aire.
  • Evapotranspiración: La transpiración generada por las plantas y cultivos que sale a superficie a altas temperaturas.
  • Calor producido por equipos de evaporación: El calor que emanan las calefacciones e incluso el mismo termostato desde su radiador.

Todo esto se resume en diferentes elementos que forman en conjunto una gran concentración de calor en el invernadero; y por ende, una ola de calor que debe ser controlada para no lastimar a las plantas, o al cultivo.

En el caso de los cultivos de suelo para invernaderos, tenemos que cada uno requiere de una temperatura optima, similares o con ligeras diferencias. Aunque para cada uno se recomienda una manta térmica agrícola, o tela térmica (como puedas encontrar en el mercado).

La temperatura de diferentes especies y la influencia del uso del termostato

termostato para invernadero

«Podemos encontrarnos con un buen número de especies de plantas “o frutos” que requieren de una condición específica para poder lograr el punto de calefacción perfecto»

El termostato influye en las plantas tanto como las plantas al ecosistema. Una temperatura óptima para un cultivo no puedes notarla a simple vista, requieres de un termostato y un medidor de temperatura que te indique a que grados debe estar. Entre los ejemplos de temperaturas tenemos los siguientes:

  • Solanum Lycopersicum (Tomate)

La Solanum Lycopersicum y su fruto (el tomate convencional). Es una de las plantas que requieren de una temperatura baja para poderse mantener en forma correcta, esta por lo general tiene por temperatura optima los 13-16°C.

Como planta, su temperatura máxima de resistencia (y esta a su vez considerada letal) es de 38°C. Ya en estas convergencias de 33-38°C la posibilidad de que la planta sufra es inevitable, aunque puede dar con frutos (de mala calidad) pero recibidos.

  • Solanum Melongena (Berenjena)

Conocida como la planta de Berenjena, es una de las plantas con más resistencias a la temperatura, pero resistencia no quiere decir “comodidad”. La Solanum melongena puede convertirse en una planta muerta si no se tienen los cuidados necesarios.

La temperatura óptima de esta planta para sus frutos es de 17°C a 22°C, en estas dos posiciones sus frutos se muestran sanos y hermosos. La temperatura máxima biológica permitida por otro lado sube hasta los 27°C (al igual que la planta de tomate).

En lo que respecta a temperaturas máximas permitidas, la Solanum Melongena puede resistir con mucha dificultad los 53°C, aunque en el proceso, el fruto puede dar con un sabor muy amargo y las plantas pueden mostrarse quemadas por el exceso de evapotranspiración.

  • Citrullus Lanatus (Sandia)

La planta de la sandia es uno de los puntos neutros en cuanto a cultivos que soportan altas temperaturas y otras que prefieren estar bajo comodidades. La temperatura mínima en este caso es de 17 a 20°C en sus temperaturas mínimas biológicas.

Cuando se trata de cultivos de Citrillus Lanatus la temperatura máxima no supera los 37°C, y ya con esto sería tomar por perdida la cosecha. La sandia (el fruto) requiere de humedad y temperaturas bajas para mantenerse.

Las temperaturas optimas con el uso de un termostato para invernaderos

Dejando de lado lo referente a las mantas térmicas para plantas, se pueden encontrar temperaturas graduales; por ejemplo, la temperatura optima para frutos como la berenjena, la sandia u otro como el pepino tendría que ser los 18°C estables.

Para frutas como el tomate esto por supuesto cambia, encontrándonos con una temperatura reducida que llega a los 16°C; no obstante, su temperatura “soportable” escala a los 27°C, pudiendo coexistir con la temperatura del resto de las plantas mencionadas.

Mantener un invernadero es complicado cuando no se tiene conocimiento sobre los diferentes elementos que convergen, entre ellos el CO2 que puede traer consigo la transpiración de las plantas y el uso de las bombillas correctas, pues los focos incandescentes generan incluso mayor calor.

Los efectos del invernadero y el termostato

Un invernadero mantiene diversos factores que hacen a este cambiar de temperatura para bien o para mal, la transpiración excesiva de una planta por ejemplo, puede aumentar el consumo de agua y también la temperatura interna, pues las plantas al igual que el ser humano, transpira, dispersando vapores.

Piensa en mantas térmicas para un buen invernadero y en el uso de un termostato funcional para que tus plantas se mantengan siempre sanas y con temperatura estable.

Estos artículos te pueden interesar;